Mito del Mago

Hérmes o El Mago.

Continuando con nuestra serie mitológica del Tarot y los Arcanos Mayores, le toca el turno al arcano de El Mago.
En la mitología griega representa al dios Hermes (Mercurio en la romana), que era guía de caminantes, protector de ladrones y embusteros, soberano de la magia y la adivinación, protector de los comerciantes, y el que trae la buena suerte inesperada y los cambios de fortuna. Rige también las comunicaciones.
Era el mensajero acreditado por los dioses, por eso se le representa con unas alas en su casco y en sus pies.

Hérmes era hijo de Zeus y de la misteriosa ninfa Maia, que se llamaba también Madre Noche, por eso el representa ambas energías, tanto la luz espiritual como las tinieblas.

Cuando era niño, Hérmes salió de su cuna con paso vacilante y le robó a su hermano Apolo una manada de vacas. Para engañarlo, calzó sus sandalias al revés para que el dios enfadado fuera en dirección contraria. Cuando al final se encontraron, Apolo le preguntó quien le había robado su ganado y Hérmes se presentó ante el con una lira hecha de concha. Tanto elogió las cualidades de su hermano para la música que al fin Apolo tuvo que ceder. Se olvidó de la afrenta y a cambio le otorgó a Hérmes un don propio, el de la adivinación. Así se convirtió en maestro de los cuatro elementos, con el poder de enseñarle a los hombres las habilidades de la geomancia (la adivinación a través de la tierra), la piromancia (adivinación por el fuego), la hidromancia (adivinación por el agua), y la aeromancia (adivinación a través del aire). El fue siempre venerado en los cruces de caminos, donde se erigían en su honor estatuas y se invocaban sus bendiciones sobre el caminante, el vagabundo y el que no tenía hogar.

Como dato curioso os llamo la atención sobre el hecho de que en muchas calles de nuestros pueblos, o en cruces de carreteras o caminos, con frecuencia podemos observar la presencia de algún santito, virgen o cruz como protección o guía de caminos. Cuando comenzó el culto cristiano, la iglesia tomó estos símbolos paganos y los aprovechó en su propio beneficio, quitando la imagen pagana y colocando en su lugar el del nuevo culto.

Hérmes o El Mago, representa las potencialidades que todos tenemos en nuestro interior por explorar. Si en alguna parte del camino estamos perdidos o confusos, el es el guía. Al aparecernos esta carta nos indica que tenemos los recursos interiores para hacer frente a la situación que nos preocupa, el fuego representa la energía, el agua los sentimientos y emociones, el aíre nuestra mente y pensamientos y la tierra nuestro cuerpo y el poder creativo por manifestar.