Siguiendo con nuestra serie de los arcanos, vamos ahora con el número 3, que es La Emperatriz y que ya hemos hecho cierta mención de ella al referirnos a La Sacerdotisa o Perséfone, el arcano número 2.
Deméter era la gran diosa de la naturaleza, la Madre Tierra. Ella regía el ciclo ordenado de las estaciones, maduraba el trigo, protegía a las criaturas indefensas y se le solía rendir culto al final del verano, en agradecimiento a su generosidad. Ella presidía la gestación y el nacimiento de la nueva vida y bendecía los ritos de la boda para la continuidad de la vida. Era una diosa matriarcal, una imagen del poder de la tierra sin necesitar confirmación del cielo. Ella vivía feliz con su querida hija ajena a los problemas hasta que un día su hijita desapareció. Salió a pasear y ya no regresó. Angustiada la buscó durante años, hasta que un día se enteró que fue Hades, el oscuro señor del mundo subterráneo quien la tenía en su reino pues se había enamorado de la joven. Deméter llena de ira hizo que la tierra se volviera esteril, pues no podía aceptar el cambio a pesar de que su hija había comido de buen grado el fruto de la granada del mundo subterráneo y Hades la trataba con amor y con honor y fue finalmente Hermes quien intercedió en este conflicto llegando a un acuerdo entre madre y esposo. Perséfone viviría 9 meses al año con su madre y los tres meses restantes con su esposo. Deméter nunca estuvo completamente de acuerdo con esto, y en esos tres meses que no estaba con su hija, se ponía de luto, se marchitaban las flores, se caían las hojas de los árboles y la tierra se volvía fría...
El mito de Deméter es el arquetipo de la madre, protectora, generosa, cálida, pero que si se aferra demasiado a sus frutos, se vuelve egoísta, vengativa y fría. También encuentro curioso que esta historia era la forma que tenían nuestros antiguos de explicar el cambio de estaciones, en particular la llegada del invierno, como si la madre Tierra nos desprotegiera y nos negara sus frutos…Es una hermosa metáfora sobre como la naturaleza puede ser extrema, con sus terremotos, huracanes y todo tipo de fenómenos climáticos. En la actualidad, estamos viviendo unos años en los que suceden cosas extraordinarias a este nivel. Muchos dicen que es la mano del hombre el que provoca todo esto, puede ser, pero yo me pregunto si nuestra Madre Tierra, Deméter, no estará sintiendo una verdadera revolución parecida a la que vivimos las mujeres cuando ya entramos en una época más madura de nuestra vida…Es toda una reflexión que nos lleva a ser más conscientes de nuestro cuerpo, de lo que ingerimos, de cómo lo cuidamos…Y trasladado esto a una visión global de nuestro planeta, los maestros de la "new age", hablan del “cambio de nivel de conciencia”. Efectivamente, la Tierra está cambiando, y todo proceso de cambio a veces es doloroso…Quizás nazcan a partir de ahora, nuevos mitos para explicar a los que reciban la herencia, lo que nos pasó…
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