
Buscamos un tiempo y un espacio en el que sepamos que vamos a estar tranquilos.
Encendemos una vela de color blanco o plata, colores de la luna.
Podemos apoyarnos con la carta del tarot de La Luna (XVIII).
Después de entrar en silencio a través de la respiración rítmica y pausada, visualizamos un hermoso lago de noche, tranquilo y silencioso, los únicos sonidos son los de la propia naturaleza, el murmullo del agua y una ligera brisa. Hay una hermosa luna llena en el cielo y su reflejo está sobre el agua. Nosotros estamos vestidos de un ligero tejido casi transparente que permite vislumbrar nuestro cuerpo. Nos desnudamos y sumergimos en el agua lentamente, y buscamos el sitio exacto donde está el reflejo de la luna, y nos quedamos allí, jugando con ella, sintiendo un calor especial en nuestro segundo chakra o nuestra zona del vientre. Ahora la luna y yo somos uno, ella está dentro de nosotros, nos hace sentir lo especiales y mágicos que somos. Formulamos un deseo, y sentimos la alegría de verlo cumplido. Es muy valioso SENTIR los deseos, nos conecta de forma más profunda y plena con ellos.
Esta meditación es ideal para la belleza, la autoestima e incrementar nuestra receptividad a la intuición y la creatividad.
Como siempre, deseo que os sirva.
1 comentario:
Gracias por pasarte.
Felices fiestas para vos también!
Un saludo.
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